El abrazo puede curar, compensar y mejorar nuestro estado físico y emocional. Es un idioma universal, y cuando nos abrazamos, reafirmamos nuestro espíritu solidario, transmitimos seguridad y protección, convirtiendo en energía positiva este contacto ancestral. Cuando te abrazo, reconozco el valor de tu persona y transmito con este contacto mi energía vital. Las emociones circulan por este puente de brazos, me rescata de la soledad y te traigo a mi lado donde puedes dejar fluir tus sentimientos. Un minuto necesito, detener mis pasos y fijar la mirada en tu mirada.
Extiendo mis brazos y abro la puerta de mis sensaciones para acunarte, compañero, compañera, corazón con corazón, latiendo juntos disfrutando de sentirnos un poco más humanos, un poco más juntos. Al igual que la música ó la risa, el abrazo es un lenguaje no verbal, natural y espontáneo. Mi abrazo, tu abrazo es una herramienta que nos regala la naturaleza y deberíamos usar seguido cuando sobran las palabras ó cuando nos faltan. Proceso de curación mutua, hace más felices los días felices y más soportables los días insoportables llena los vacíos de la vida. El abrazo es para todos. Para los solitarios o doloridos, para el saludable y feliz, para el inseguro y el aprensivo. Nos retroalimentamos de energía renovable no contaminante, nos reafirmamos como seres vivos. Esta semana… ¿cuántos abrazos diste?