domingo, 24 de octubre de 2010

sonidos

Nunca observamos atentamente la calidad de un árbol; nunca lo tocamos para sentir su solidez, la rugosidad de su corteza, para escuchar el sonido que le es propio.
No es el sonido que produce el viento en las hojas, ni la brisa de la mañana que las hace susurrar sino un sonido propio, el sonido del tronco, y el sonido silencioso de las raices.
Hay que ser sumamente sensible para captar ese sonido.
No es el ruido del mundo, la verborrea del pensamiento, ni el ruido de las disputas humanas y de las guerras, sino es el sonido de todas las sonrisas de nuestros corazones, el sonido propio del Universo.

martes, 12 de octubre de 2010

El NARANJO DE LA PLAZA ALEGRE

ALGUNA vez te acercaras acaso a la ventana de tu cuarto y será primavera.  Y en el cielo de entonces habrá una luna grande y tan hermosa como la que esta noche nos envuelve en el hechizo de su luz purisima.

Habrán pasado ya quizá los años del entusiasmo juvenil y de las ilusiones que la inocencia crea y marchita la edad. La vida, desde luego parecera que esta menos llena de prodigios posibles. Tendremos que saber encontrarnos con nuevos juegos malabares.
 Guarda para ese tiempo la belleza del momento que nos pertenece.
Y mira, mira desde tu ventana los árboles la noche el banco en el que ahora, tras un largo viaje descansamos.

El cielo de la inocencia tendra la misma luna que hoy en este otoño dulcemente brilla y alumbra nuestro caminar y alumbra la dicha.
Y llegara pra todos los recuerdos delicados de un hondo y leve aroma: el azahar efímero de este naranjo de tu plaza alegre.

Tras un viaje dificil vuelvo a este espacio  con una sonrisa Otoñal para que os llegue a Todos.