DOMINGO
Aquel domingo era temprano con la luz que empieza alentar el día.
El color era turbio hacia dudar del sol.
Las calles estaban vacías, el silencio acompañaba.
Había serenidad en el aire de las primeras horas de la mañana.
Es curioso la mezcla de velocidad y calma que salen al encuentro.
Calles demasiado anchas otras estrechas como los pensamientos.
Dejarse llevar por las sensaciones no es nada fácil, los sentidos tienen que reaccionar.
Comenzó a llover, era una lluvia suave purificadora.
Me ocupo alejándome de las realidades cotidianas.
Olía a húmedo entre viejo y madera mojada: Lisboa.
Hay olores e imágenes que las guardamos en el álbum de la memoria.
Recorrí calles que me parecieron diferentes. Algo de pronto nos estremece como si fuera extraño.
Mire hacia atrás y a pocos pasos vi una casa sólida, antigua como si hubiese emergido de un mundo irreal al exterior.
Atravesé una línea imaginaria.
El umbral de la casa era amplio, el techo alto con una claraboya sucesión de luz y de sombras.
Todas las voces querían contar su historia Como un eco escuche una voz que decía: ¿Qué es una vida verdadera?
Una vida que se vive con la certeza nítida de estar viviéndola.
Una vida buena y fuerte donde nunca hay que abandonar el camino del aprendizaje.
Era ya tarde. Comenzó la hora de la agitación de los corazones y las maquinas.
La hora del aperitivo.
Aquel domingo era temprano con la luz que empieza alentar el día.
El color era turbio hacia dudar del sol.
Las calles estaban vacías, el silencio acompañaba.
Había serenidad en el aire de las primeras horas de la mañana.
Es curioso la mezcla de velocidad y calma que salen al encuentro.
Calles demasiado anchas otras estrechas como los pensamientos.
Dejarse llevar por las sensaciones no es nada fácil, los sentidos tienen que reaccionar.
Comenzó a llover, era una lluvia suave purificadora.
Me ocupo alejándome de las realidades cotidianas.
Olía a húmedo entre viejo y madera mojada: Lisboa.
Hay olores e imágenes que las guardamos en el álbum de la memoria.
Recorrí calles que me parecieron diferentes. Algo de pronto nos estremece como si fuera extraño.
Mire hacia atrás y a pocos pasos vi una casa sólida, antigua como si hubiese emergido de un mundo irreal al exterior.
Atravesé una línea imaginaria.
El umbral de la casa era amplio, el techo alto con una claraboya sucesión de luz y de sombras.
Todas las voces querían contar su historia Como un eco escuche una voz que decía: ¿Qué es una vida verdadera?
Una vida que se vive con la certeza nítida de estar viviéndola.
Una vida buena y fuerte donde nunca hay que abandonar el camino del aprendizaje.
Era ya tarde. Comenzó la hora de la agitación de los corazones y las maquinas.
La hora del aperitivo.
Dedicado a una persona que por su profesionalidad y cariño ayuda a ir abriendo puertas a muchos.
M.J
13 comentarios:
Mientras leía, estaba en ése lugar, con la lluvia y la casona, maravilloso vivir la vida con certeza!
Me encantó M.Jose, que se sigan abriendo puertas!
Abrazos.
Sabes me gustó mucho tu historia,un abrazo.
Querida María José, todos tenemos alguna casa con sus luces y sus sombras...
Un abrazo!!!
Casualmente, Mariajo, es la segunda vez esta semana que alguien me retrotrae a un viaje a Lisboa, un viaje que hice hace muchos años.
Gracias por traer a mi memoria sensaciones de sentirme, tan... viva. En esa ciudad, si no eres ciego y sordo, no se puede escapar de las certezas, de vivir consciente y atendiendo a lo importante.
Abrazos y sonrisas.
Domingo, cuando la calma ejerce el dominio, el día de fiesta por excelencia, cuando se pasean por las calles, por los parques, por el monte, la playa o el bosque... cuando se pasean las pausas... En Lisboa, por supuesto; pero también en Paris o Londrés... O por qué no... por mi pueblo que nadie, salvo unos pocos conocen.
El amor es producto de nuestra imaginación, lo deseas lo quieres, y no te das cuenta pero lo buscas, en la gente, en las miradas, con lluvia o sol,domingo, lunes, tu inspiración es fascinante, pero es el deseo lo que provoca, no se ve, no se toca pero nos llevas, nos guías por tu imaginación, cuando uno termina la lectura, comienza la vida personal, seguramente no es tan mágica pero si maravillosa como tu relato.
Un besito marino!
Felicidades por ese domingo ,felicidades por esas sensaciones ,felicidades por esta sensible dedicación.
Un besito .
un relato superinteresante, M. José;
seguro que si lo alimentas puedes sacar una historia realmente bonita, con esos elementos e ingredientes saldría algo....especial
un beso, amiga
precioso relato maria jose,te dejo un fuerte abrazo,hasta prontito y feliz fin de semana.
Qué buen reflejo de sentires! Sin haber salido nunca de América, tengo sensación Lisboa.
¡Cuán cierto eso de la velocidad y calma unidas!
Arriba las sensaciones (todas) y la risa!!
Gracias por visitar Bitácora BIENVENIDA
Salud
Que lindo! me dí un paseo sensitivo por Lisboa de tu mano.
Es verdad no es fácil acomodarse a sentir, normalmente estamos como autómatas por esta vida... despertar los sentidos es despertar a la vida.
Besos
El mundo necesita...¡Que reaccionen los sentidos...!
Vaya, sensaciones de un domingo por la tarde!!
Nos pone melancólicos tal vez. Viviremos como debemos o estaremos en control remoto?
Te dejo un gran beso.
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