SONREÍR POR DENTRO

La vía del agua carece de forma; es flexible, adaptable, incansable, imparable. El agua fluye y, sin embargo, permanece: su naturaleza no cambia. El agua puede adoptar la forma de cualquier recipiente que la contenga. Las acciones que son rígidas, las que se mantienen independientemente de cuáles sean las circunstancias, están condenadas al fracaso.

Incluso aunque haya un éxito transitorio, la rigidez no conduce a nada bueno.
La flexibilidad es un magnífico instrumento para afrontar las situaciones de la vida cotidiana.
Para fluir como el agua, nuestra mente debe volverse flexible.
Sentiremos una sonrisa no en los labios sino por dentro, dibujada en el interior.
Cuando se conoce esta sonrisa y se recupera cotidianamente para enfrentarnos a pequeños y grandes obstáculos uno se une a los que aman la vida antes que a la felicidad.
Esbozar una sonrisa leve es regalarse calor y esperanza, sembrar un poco de dulzura.
Hay una sonrisa para abrirse  otra para decir "no" para rechazar, limitar u opnerse sin necesidad de alterarse en exceso.
Y la sonrisa cómplice , cuando la vida nos guiña el ojo en miles de detalles..
Sonriamos por dentro y fluir como el agua.
M.J